jueves, 9 de mayo de 2013

Cuestión de identidad (y de privacidad).

Hay un problema por resolver en todo esto del simracing. Es algo que hasta hace poco no preocupaba a nadie pero que, de pronto, debido a los campeonatos oficiales, ha surgido y ha puesto cuestiones encima del tapete.

Y es que precisamente uno de los objetivos de los promotores era el "sacar del anonimato a los pilotos". A día de hoy creo que únicamente hay un simracer famoso en España: Lucas Ordónez. Y no es famoso precisamente por ser simracer, sino por haberse beneficiado de un -más que merecido- premio publicitario. Según tengo entendido, Lucas ya tenía una trayectoria como piloto previamente, de modo que su espectacular salto del sofá del salón al asfalto esconde ciertos condicionantes... lo cual no ha impedido que se haya convertido en algo así como un icono tipo "Operación Triunfo de los pilotos virtuales". *

Pero, no nos engañemos, los más habitual en las ligas y competiciones hasta el momento es el uso de apodos o 'nicks de competición'. Así, por ejemplo, Pedro Pérez se conecta a Internet y, como por arte de magia, se convierte en destroyer88, pongamos por caso /y espero que nadie haya tenido a bien tomar semejante nick, aunque como dice el dicho andaluz "Hay gente pa tó".
Y la cuestión no es tanto que destroyer88 utilice el apodo que quiera, por supuesto, sino que realmente se escude en una identidad (materializada en esos pocos caracteres) para comportarse de un modo diferente al que actuaría en su vida 'real'. Al fin y al cabo, muchos aficionados buscan una válvula de escape para aliviar las tensiones de la vida diaria, o simplemente disfrutan con ser reconocidos por su identidad virtual sin que esta tenga nada que ver con su imagen, su aspecto físico, su nombre o su situación... es decir, con su verdadera identidad.

Ahora bien. El mero echo de disponer de una identidad oculta no convierte a todos los usuarios de los sistemas telemáticos en lobos disfrazados de corderos. También Cirano ocultaba su verdadero rostro pero con un noble fin, el de prestar su palabra y sus dotes poéticos a los que no la poseían. Me atrevería a decir que en la inmensa mayoría de los casos los internautas se colocan su "Avatar" simplemente para atribuirse una serie de cualidades que en realidad no poseen (como en el caso de la película homónima), sin que ello supongo nada malo ni tenga que provocar ningún conflicto. Uno se lo cree, y tan contentos... como en el caso que nos ocupa; de tanto utilizar los simuladores los simracers terminamos convencidos de "ser pilotos"... pero ya está. Daniel Muñoz - Piloto Virtual. Unos pocos privilegiados en España ya disponen de una acreditación y todo.

Pero, ¿qué pasa si destroyer88, que lleva algunos años corriendo en su liga, de repente se ve llamado a cambiar su identidad virtual por su nombre y apellidos: Antonio Antúnez? ¿Qué ocurre si a la vista queda que es un chaval de 16 años con cuerpo desgarvado y escasas cualidades físicas? ¿Importa algo que no tenga carné de conducir y que tenga todavía que ir a la autoescuela? ¿Importa si trabaja como ingeniero aeronáutico o como ayudante en un taller de chapa y pintura? Probablemente no, porque vive con pasión el automovilismo, pero la máscara se ha roto, y Antonio ahora se percibe a sí mismo y a los demás "pilotos" de un modo diferente. Si me percibís el símil, ha pasado de ser un frikie anónimo a un chaval loco al que le gustan los "juegos de coches".

El cambio de chip se ha dejado notar enseguida y no todos han encajado de la misma manera el salto a la realidad. Algunos pilotos siguen siendo muy celosos y reticentes de su "identidad secreta", quizá porque piensan que en su micro-sitio de Internet siguen gozando de una determinada reputación, o tal vez porque directamente sienten vergüenza de que alguien en la vida real pueda asociarle a sus miles de comentarios (a veces jocosos, otras veces irónicos, otras insultantes...) que lleva vertiendo desde hace mucho tiempo en el mundo virtual.

Curiosamente, me ha sorprendido el efecto rebote. Ahora en algunas ligas (como en aquella de la que en su día fui administrador) los participantes han dejado de ser anónimos... para bien o para mal. En lugar de "Dazz" ahora soy "Daniel Muñoz"... y con todas las consecuencias. Por ejemplo, en un caso extremo, si Dazz es baneado, ya no podré registrarme con un nuevo nick... y empezaremos hablar de bloqueos de IPs, de filtrado de mensajes o de correos electrónicos. Las herramientas que fueron creadas para impedir que algunos desaprensivos se ocultaran detrás de identidades falsas se han convertido en herramientas de poder que pueden ser utilizadas contra las 'personas físicas'.

Es este un problema por resolver,  y mucho habría que decir acerca de las políticas de privacidad en los sistemas. Pero eso tendrá que esperar... de momento seguiremos viendo a destroyer88 disfrutar. ;)

* A raíz del boom de Operación Triunfo hubo quien confundió la industria discográfica con los reality shows. El tiempo, evidentemente, ha hecho que sólo unos pocos concursantes de un programa de televisión hayan podido disfrutar de una carrera musical (curiosamente casi todos de la primera edición). Igualmente, confundir el simracing con la industria automovilística puede dar lugar a expectativas desmesuradas.


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